Se acerca el “Buen Fin” y todos en este “ocio” (debido al encierro por la pandemia) nos tiene soñando despiertos “en qué quiero gastar mi dinero”.
El Buen Fin, cuyo objetivo desde que fue diseñado en el 2011, era el de reactivar la economía nacional de manera que el consumidor tuviera acceso a productos y servicios a precios bajos, ya fuera con promociones especiales o facilidades de pago. Este proyecto económico se ha convertido en un arma de doble filo que muchas veces ha traído más dolores de cabeza que soluciones. Éste es precisamente el tema que les vengo a platicar.
¿Cuál ha sido la experiencia de los mexicanos en el Buen Fin?
Si bien todos estamos a la expectativa de promociones y ofertas interesantes durante esta temporada, es bien sabido que como mexicanos, no hemos sabido administrar nuestros gastos, en especial en el Buen Fin. Esto ilustra un poco la cultura financiera que tenemos como país en donde la realidad nos demuestra que estamos gastando lo que no tenemos, y al mismo tiempo se está gestando una espiral de créditos impagables. Esto va de la mano con la mala educación del uso de tarjetas de crédito, especialmente.
Cuando recibimos nuestra primera tarjeta de crédito es importante tomar en cuenta ciertas cosas a la hora de utilizarla, en especial estos 3 factores importantísimos, que son muchas veces ignorados.
1. Ubicar el Costo Anual Total (CAT), el cual incluye tasa de interés, comisiones, gastos y los impuestos. Esto, básicamente entre más bajo, mejor.
2. Tomar fechas importantes de nuestros cortes, así como saldo de pago mínimo para no generar intereses. Son datos que no tomamos en cuenta y que nos podrían ahorrar mucho dinero y hasta dolores de cabeza.
3. El punto que considero más relevante: los famosos “meses sin intereses” que, precisamente este Buen Fin nos suele ofrecer. Les planteo un ejemplo: mucha gente no considera que al poner algo en meses sin intereses, está estableciendo un ingreso menor al que percibe. Supongamos que su ingreso es de $10,556 pesos mensuales (según INEGI es el promedio de ingreso mensual) y lo que quiere comprar es la súper oferta de $1,200 pesos mensuales por un tiempo de 36 meses “sin intereses”. El sueldo por 3 años será de $9,356; es decir, se estaría quitando una parte del sueldo en algo que probablemente en 3 años puede ser obsoleto.
Tenemos que entender que las tarjetas de crédito están para apoyarnos, financiarnos y darnos esa “flexibilidad” para adquirir algún bien o servicio. Existen bienes o servicios que vale la pena considerar para ponerlo a meses sin intereses. Primero debes considerar que tienes que comprar un bien relevante o de duración mayor al tiempo que lo estarás pagando a meses; tal es el caso de alguna computadora para tu trabajo o estudio, algún bien que mejorará tu trabajo o es vital para mejorar tu desempeño o ingreso en el trabajo.
De igual manera, es sugerido utilizar los meses sin intereses para servicios vitales, como seguros de gastos médicos (más ahora en tiempos de COVID), servicios educativos (que se convierten siempre en una inversión importante a plazo medio), servicios de salud, seguros de vida o quizá algunas vacaciones.
He visto clientes que cometen errores en gastos como: celulares (cuando ya tienen uno que funciona), lentes (que se pierden antes de terminar pagar las mensualidades), la nueva televisión “UltraK500”, etc.
La realidad es que hay mucho de dónde evaluar antes de dejarnos llevar por el impulso del Buen Fin. Recordemos que un “Buen Fin” a veces deja secuelas por muchos meses en adelante.